El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Sus efectos, como el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los glaciares y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, ya se hacen sentir en todo el mundo. Este problema global requiere de acciones coordinadas entre gobiernos, empresas y ciudadanos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el uso de energías renovables. Pequeños gestos, como reciclar, ahorrar energía o utilizar el transporte público, pueden marcar una gran diferencia si se adoptan a gran escala. Además, la educación ambiental y la concienciación social son herramientas fundamentales para construir un futuro más sostenible. Cada persona tiene un papel importante en la protección del planeta, y es responsabilidad de todos actuar con urgencia para preservar los recursos naturales y garantizar un entorno saludable para las generaciones futuras.